

Después de que su hermana fuera devorada por un dragón, y habiendo perdido todas sus provisiones, Laios y su equipo, están decididos a salvar a Falin antes de que sea digerida por la gran bestia. Es así como conocen a un singular enano que los introducirá al mundo gastronómico de las mazmorras: delicias elaboradas a partir de la carne de murciélagos gigantes, hongos caminantes y mandrágoras chillonas.